21 oct 2008

Recuerdos y/o Nostalgia

Y a veces los recuerdos vuelven, por muy apartados que los tengas. Alguien te pide que lo recuerdes o, simplemente, necesitas contarlo. El caso es que hay una historia en concreto, que se desarroyó hace aproximadamente 2 años, quizá un poco más, tal vez un poco menos, que ayer volvió a mi cabeza. Reminiscencia de un pasado en el que, a pesar de haber sufrido como un auténtico cabrón, fui feliz. Totalmente feliz. Por ello aunque ayer me entrase la nostalgia al recordarla y volviese una y otra vez a escuchar esa canción que él me puso la noche en que no pude dormir, solo mirar como dormía a muy escasos centímetros de mi, prefiero solo darle importancia a los buenos momentos. Porque ¿Qué te queda sino los buenos momentos? Con esta conclusión, el flash-back de ayer, que duró horas, no fue como los anteriores; hacía mucho que no pensaba en aquellos días, meses, en todo aquel tiempo, pero esta vez lo hice desde otra perspectiva. La perspectiva de alguien a quien el tiempo y la distancia le han ayudado a apartar los malos y horribles recuerdos y a quedarse con los buenos...

Sólo me queda la gran duda existencial de si realmente, después de tanto tiempo sin siquiera cruzar una simple palabra, fue él a quien me crucé hace exactamente 23 días (ayer alguien me hizo contar los días...), fue él quien me saludó, desde unos metros más allá del portal de su casa, si era él quien empezó a caminar detrás de mí unos minutos hasta que, una vez más, nuestros caminos se bifurcaron y nos fuimos cada uno por un lado... ¿Porqué cojones no me acerqué, aunque fuese simplemente para pedirle fuego? Probablemente así sabría si era un espejismo o si en verdad era algo real... Y anoche, 23 días después, blasfemé contra mi cobardía, contra lo fumado que iba y, sobre todo, contra mi miopía, que me impidió distinguir a escasos metros si de verdad era él... Pero solo durante un rato, porque después volví a aplicar la técnica de que las horas de sueño de por medio hacen ver las cosas de otro modo. O quizá fue la maniobra 3.14 de distracción... ¿Cómo era?

El caso es que ya veo las cosas desde otro punto de vista, y eso sigue ayudándome a seguir adelante, creciendo como punto en medio del ya citado millón de millones de ellos. Anoche fui feliz porque la nostalgia me hizo recordar sonrisas, besos en la mejilla, fuertes abrazos, mensajes a mi móvil en momentos críticos, días de playa, días de piscina, días a su lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wau wau wau, tienes esto todo pro larry muy muy pro
me ha encantado ver una foto nuestra en el tuenti este finde te llamaré y me pondrás al dia y te pondré al dia
no sabes cuanto me gustaría estar ahi acompañandote dia a dia pero sabemos que la espera valdrá la pena y que octubre ya vuelve a estar ahi a la vuelta de la esquina . . . :)

Anónimo dijo...

siempre me dejas sin palabras; me encanta.