2 may 2009

Anoche me bebí las nubes

Anoche me bebí las nubes. Dejé el cielo despejado pero no así mi cabeza, todos sabemos que beber para olvidar no es sino intentar olvidar la razón por la que bebes. Y entonces no sé qué pasó. Mi cabeza creo que no quería, pero mis pasos me llevaron a buscarle, solo quería verle. Obviamente no le encontré, pero en mi camino una vez más se cruzó esa serie de extrañas sensaciones que suele aparecer tras rellenar el vaso por tercera vez. Miento, debe ser la cuarta.

He roto con el pasado una vez más, y para qué negarlo, me siento bastante solo. Y cómo me jode que la situación se me haga hasta familiar. Los trozos rotos de lo que queda de cada uno en mí no consiguen encajar, sé que son piezas de distintos puzles así que no trato siquiera de arreglarlo. Intento no darle demasiadas vueltas, es solo que me jode. Sí, me jode; ¿Y qué? A quién le importa lo que me joda hoy en día...

Anoche me bebí las nubes, y también bailé un rato con ellas; entre mis circunstancias y su húmedo calor encontré un estado de aparente calma y allí decidí quedarme, observando. De vez en cuando pensaba en llegar a mi cama y matar un poco de tiempo; tiempo dormido, tiempo perdido. Es decir, tiempo que ha muerto. Me despejó el sol de las 8.30 de la mañana en un punto concreto de la Plaza Mayor y me dí cuenta de que ya no tenía ni voz para dar un paso más sin caer rendido ante la tentación de matar el tiempo. Siempre se dijo que el tiempo todo lo cura, pero yo lo prefiero muerto ya que no tengo oportunidad de disfrutarlo.

Anoche había nubes en el cielo; creo que en algún momento mientras caminaba solo bajo el cielo una gota me dio de lleno en en hombro. Entre tequilas y licorcas me ví a mí mismo en el sucio espejo de algún bareto y me dije que esto es una mierda y que no soporto verme así. Pero suele ser jodido ayudarse a uno mismo, y esta vez es mi caso.

Me he despertado con una resaca de la hostia, sin apenas voz y he visto por la ventana que no había nubes en el cielo. Hoy no, ayer sí. Y ahora me pregunto qué coño voy a beber esta noche si no se ve una nube en kilómetros a la redonda. Creo que me voy a dar un homenaje, que voy a cargar las pilas de nuevo y esta noche saldré con la esperanza de cruzarme con alguna. Nube, por supuesto.

7 comentarios:

Vicente Solbes dijo...

Aquí las nubes llevan mierda, como todo.
Así que ojito.
Con el pasado no se rompe, se reconcialia uno de diferentes maneras.

Sigo sin encontrar esa peli, niguna biblioteca de la C Valenciana la tiene.

kokarcupcakes dijo...

Me Encanta tu Blog Guillermo =)

Gabriel Larenas dijo...

Uf! Pero de vomitar las nubes, sales volando de regreso al cielo.... Tu momento Lispecetor del día. Je- Buen Blog. Lo estaré mirando. Saludos.

Gabriel Larenas dijo...

Pero de vomitar las nubes por la resacarra, sales volando ... es el ciclo del caminante... Clarice Lispector, jajaja. No sé. !Buen Blog! Estaré revisando.

Anónimo dijo...

"No deberia existir la memoria. Nos enfrenta a la vida que viene, nos obliga a comportarnos como viajeros de mundos que ya no existen. ¿Por qué habríamos de serles fieles si sabemos que no podremos regresar a ellos?"

No deberías desanimarte nunca tanto como para llegar a las nubes y ser estas su objeto de caza la noche siguiente... ¿sabes? todo el mundo dice que "cualquier tiempo pasado fue mejor". ¿no te das cuenta de que hoy, ahora, cinco segundo despues, ya es pasado?
Somos los dueños de nuestros destinos querido guillermo, deberia usted manejarlo a su antojo y no permitir bajones de ese calibre, por muy tentador que sea beberse una nube! ;)

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...
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