3 feb 2011

El de una canción del Яevés.

Cambio radiación por ataques al corazón. Interesados, a la calle Valencia. Nada como un buen solaco en toda la cara para recordarme que lo mejor está aún por llegar, no encuentro mis ganas de desayunar, te las debes haber llevado en el bolsillo de tus vaqueros negros. Las cosas funcionan mejor con precaución, propongo colocón como colofón, tira de la solapa de mi sonrisa y hallarás un montón de sinrazón acumulada; deudas que ni el tiempo ni el espacio pueden borrar de un plumazo. ¿Puedes oír esa canción? El grupo se llama Febrero, y vienen pisando fuerte. Lo tuyo me viene de muerte, como nunca antes, quizás.
Hoy me deslizo sobre una canción, probablemente una de las más del revés que existen en el mundo mundial. Sus acordes se me han grabado en la mente, como huellas dactilares en tu espalda, como garras de animal. Me hago un rincón bajo su falda, me cuelo en su instinto más carnal. Mas no esperéis comprenderlo si no sabéis escuchar; no basta con oír y prestar atención, hay que meterse en la canción, viajar a través de ella, saberla tomar, como quien toma a un amante con el mayor de los anhelos. Solo así viajaréis con los compases, solo de este modo sabréis entenderlos.
Creo que sí, que es esa la sensación. Que si desnudos fumando a solas sobre el colchón ponéis ese tema y lo procesáis con cautela, exhalando los problemas y liberando el estrés notaréis sin duda lo que es el estado del Яevés.

2 comentarios:

Noela dijo...

Yo tengo algo que decir!
ME ENCANTAS! te sigo :)

Smile dijo...

nos encanta tu blog y nos encantas tú!
te seguimos.
unbeso